Después de varios intentos en aras a conseguir una unificación de criterios en el desarrollo profesional, y para aprovechar el respaldo que produce profesionalmente la pertenencia a una organización colegiada, el 8 de julio de 1969 se crea el Colegio Nacional de Administradores de Fincas, con delegaciones en cada provincia de España. En La Coruña se fija la sede en el antiguo edificio de sindicatos en la calle Emilia Pardo Bazán, 27.
El 31 de octubre de 1981, se reorganiza toda la estructura colegial desapareciendo el Colegio Nacional y creándose a nivel central el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas, del cual forman parte todos los Colegios, con ámbito de influencia coincidente con las comunidades autónomas. En Galicia, en concreto, se crea el Colegio Territorial de Galicia que comprende las cuatro provincias gallegas.